lunes, 16 de noviembre de 2009

Anti-Bono Generacional


Alguien nos vendió la idea de que tener menos hijos resultaría benéfico para nuestro futuro económico… que tener hijos es costoso, hay que darles manutención, educación, comida, ropa, entretenimiento, en fin, son toda una carga económica que quien quiere prosperar económicamente debe evitar.

Que casualidad que ahora estamos descubriendo que siempre no... los que pertenecemos a la generación X, (los nacidos entre 1968 y 1990) estaremos pagando el “anti-bono” poblacional, pues nuestro retiro no se ve nada promisorio.

http://moneywatch.bnet.com/retirement-planning/blog/retirement-beat/gen-xers-face-retirement-trouble/162/

En efecto, aquellos que le tenían aversión al juego económico de las pirámides, tenía razón, porque nos tocará las de perder en la pirámide poblacional, siendo la generación que hace el punto de inflexión entre el engrosamiento y el adelgazamiento de la pirámide poblacional, la economía no soportará el mantener a tantos viejos.

Así que si planeaban retirarse a los 65… mejor piénsenlo dos veces, será mejor que encuentren algo que hacer que nos reditúe ingresos hasta que nos den las fuerzas.
Eso no sería tanto problema, si no tuviéramos a una generación Y ( o generación web) pisándonos los talones, una economía en contracción (en cierta medida por el mismo fenómeno) y sin olvidar que ahí viene la generación verde aplicándole el mismo rigor corregido y aumentado a la generación Y.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

20 años sin muro


Para quienes vivimos conscientemente el evento de la caída del muro de Berlín, nos queda un recuerdo que está justo entre los libros de texto y la tradición oral, y es que hoy día no se puede confiar gran cosa en el periodismo.

A algunos nos gusta Roger Waters (autor de “The Wall” entre muchas otras obras), y padecíamos de que había prometido no volverse a presentar públicamente hasta que el muro fuera derribado… cuando lo dijo, casi 10 años antes de que el evento se diera, parecía un perfecto pretexto para retirarse de la vida artística en vivo.

Fue una gran sorpresa amanecer un día con la noticia de que el mundo era nuevamente uno sólo, y que familias que habían crecido separadas porque en la madrugada que iniciaron la construcción de esta barda, habían quedado en lados diferentes de Alemania, ahora podían abrazarse de nuevo… los que se dejaron de ver como niños, ahora se abrazaban como adultos maduros, una vida había transcurrido, y se perdieron esa interacción… la tierra plana tenía un final cerca de la puerta de Brandemburgo, y volvió a ser redonda otra vez.

La guerra fría había terminado, y “Winds of change” era un tema que se escuchaba, parte por buena música y mayormente porque representaba la jovialidad de la esperanza de un mundo que se daba las manos nuevamente, la cicatriz de la segunda guerra mundial estampada en el rostro de Berlín estaba cediendo finalmente.

Hoy estamos cruzando una crisis juntos, la polaridad del mundo ha disminuido, aunque no ha logrado abatirse del todo.

La inmensa mayoría de la generación actual no ha vivido el terror de una guerra de estas dimensiones, espero que esa falta de cicatriz no implique el olvido de los terrores que puede provocar la ambición desmedida y el fanatismo ciego.

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